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Momentos ñeros del Vive Latino

Momentos ñeros del Vive Latino
  • Publishedmarzo 14, 2018

Por Francisco Zamudio

A casi 20 años de su arranque, el Vive Latino posee un saldo completamente blanco con relación a cualquier tragedia que pudiese empañar su historial. Aquí no han muerto personas asfixiadas como en Roskilde en 1992; nadie ha sido apuñalado como en Altamont en 1969 y, por fortuna, no hay un solo reporte de locura colectiva, tal cual aconteció en el incendiario Woodstock 1999.

No obstante, el Festival no ha estado exento de lo que podríamos llamar “Momentos ñeros”, flashazos en el tiempo donde algunas situaciones se han salido ligeramente de control. Y de ellas es que ahora te ofrecemos un ligero recuento:

Agresión a Dover

Para el 2000, se cubrió el diamante de béisbol del Autódromo Hermanos Rodríguez con una capa plástica que se formaba de pequeñas piezas ensambladas.

Durante la actuación del grupo español Dover, que inició con retraso, hubo algunos problemas de audio, los cuales provocaron la ira de algunos asistentes, quienes comenzaron a desarmarla y aventársela inclusive a la banda, que salió al escenario por supuesto muy enojada por la agresión.

A partir del siguiente año, comenzó a utilizarse lona como cubierta del campo, de la cual también se desprenden varios pedazos durante el festival, pero para aventar a la gente por los aires, haciéndola una práctica muy divertida y nada agresiva.

Las Ultrasónicas y su “Vive Cochino

Si los organizadores del festival 2003 tenían las mandíbulas apretadas y rechinaban los dientes mientras escuchaban por los altavoces del escenario principal la canción Vive Cochino de las Ultrasónicas; al momento en que su bajista Ali Gua Gua le dio la espalda al público para bajarse los pantalones y mostrar su grande y curvilíneo trasero desnudo, seguramente el café les mojó el pantalón.

Por supuesto, la banda nunca volvió a formar parte del Vive, aunque Jessy Bulbo en solitario ha participado en otras ediciones.

“Muere latino”

Lo de “Muere latino” surgió en la edición 2003, donde un error de logística y un aumento sustancial de afluencia al evento, provocaron que antes de que cayera la noche, se acabara la comida y la bebida en el festival.

Miles deambularon desesperados durante un buen rato, hasta que las provisiones comenzaron a llegar. Quien esto escribe, vio pasar cientos de cajas de suministros que, curiosamente, eran escoltados por la mismísima policía.

La venganza del reggaetón

El reggaetón está en la cúspide de la moda actualmente. Pero no era así en el 2007, año en que el grupo puertorriqueño Calle 13 se presentó por primera vez en el Vive. En aquella ocasión, la concurrencia abucheó tan fuerte al grupo, que sus integrantes se molestaron y se retiraron del escenario.

Su venganza llegó en el 2014. Un fan se subió al escenario y al abrazar con desmedida pasión a Residente para cantar con él, casi lo ahorca, por lo que el cantante le acomodó un jab de derecha más propio de Manny Pacquiao que de un vocalista. Al final, la cordura se impuso y René Pérez le ofreció una disculpa a su admirador.

Chichis pa’ la banda… desde el escenario principal

Siempre será muy bien recibido por el público masculino, el que una chica, por decisión propia, se despoje de su blusa y haga toples. Pero, ¿quién demonios estaba a cargo de la pantalla del escenario principal en el 2011?

En aquella ocasión, el encargado de hacer anuncios electrónicos en las pantallas del escenario principal, arengaba sin pudor a las chavas a que mostraran sus atributos: “¡¡Chichis!!, ¡¡chichis!!, ¡¡chichis!!”, pedía mientras las cámaras las enfocaban.

Si las chavas se negaban, les escribían “¡Pues entonces bájate, mi reina!” y si éstas accedían a la petición, la respuesta era un “¡Zorralessss!”. Por fortuna para el respeto hacia las mujeres, un capítulo como este nunca más ha vuelto a presentarse.

Natalia Lafourcade y Amaral

Y ya que hablamos de chicas, estas se las han visto rudas en el Vive Latino. Por ejemplo, para el 2003 Natalia Lafourcade todavía lideraba a La Forquetina en el momento en que se presentó en un escenario alterno del festival.

Natalia tuvo que concluir su actuación antes de lo previsto, debido a una lluvia de abucheos y de basura proveniente de la concurrencia, situación similar a la que vivió en el 2006 el grupo español Amaral con los apache-fans de Kinky, quienes le aventaron toda clase de proyectiles, uno de los cuales le pegó a su instrumento, a lo que Eva Amaral respondió enojada: “Lo que quieras, conmigo; si quieres nos rompemos la cara, pero con la guitarra nada”, desafió a la turba antes de abandonar el stage.

 

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Red Capital