Este 6 de marzo se cumplen 93 años del natalicio de Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982 y uno de los más grandes escritores del siglo XX. Colombiano de nacimiento pero mexicano por adopción, el también guionista, editor y periodista, hizo de la Ciudad de México su segunda casa.
Tras ser amenazado por disidentes cubanos en Nueva York, donde trabajaba como corresponsal de la agencia cubana Prensa Latina, ‘Gabo’ se exilió en México en 1961.
A su llegada se hizo amigo de Carlos Fuentes, leyó Pedro Páramo y El llano en llamas de Juan Rulfo y entre 1965 y 1966, escribió su obra maestra: la novela Cien años de soledad, en el número 19 de la calle Cerrada de La Loma de la colonia Lomas de San Ángel Inn.

A pesar de que ‘Gabo’ tenía casas en París, Bogotá y Cartagena de Indias, en los años 80 decidió establecerse definitivamente en nuestra ciudad. Junto a su familia, el ‘padre del realismo mágico’, vivió en su casa de estilo colonial de la calle Fuego 144, en Jardines del Pedregal.
En esta residencia se enteró, en 1982, que había ganado el Premio Nobel de Literatura, y fue ahí donde falleció el 14 de abril de 2014, a los 87 años.

De acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Cultura publicado el día de su muerte, a finales de los años cincuenta el escritor colombiano se alojó en otros sitios del entonces Distrito Federal, como el edificio Bonampak de la calle Mérida en la colonia Roma y en la calle Renán 21 de la Anzures, donde solo tenía un colchón en el suelo, una mesa, un par de sillas y un moisés para su pequeño hijo Rodrigo.
En nuestro país, el colombiano sufrió penurias económicas pero también creó y cosechó sus mayores éxitos literarios. “Sin los recuerdos que me inspiró México nunca podría haber escrito Cien años de soledad”, les confesaba a sus amigos más cercanos, el inolvidable Gabo.